El pulpo es uno de los platos más característicos de nuestra gastronomía y todo un estandarte en tierras gallegas, donde podemos disfrutar de este delicioso alimento en cualquiera de las pulpeiras que salpican su geografía. Pero como no todos tenemos la oportunidad de visitarlas, en esta entrada os vamos a mostrar cómo cocer el pulpo de manera tradicional, rápida y fácilmente.
Ingredientes para cocer pulpo:
- Un pulpo de unos 2 kilos de peso.
- Agua.
- Sal gruesa, mejor si es en escamas.
Cómo cocer un pulpo paso a paso
Lo más importante a la hora de cocinar el pulpo es obtener la textura y consistencia perfectas, es decir, que no esté ni duro ni blando. Para facilitar esta tarea podemos comprarlo ya congelado, ya que así nos ahorramos el mazado y no nos saldrá como una piedra. En caso contrario, si el pulpo es fresco tendremos que ablandarlo antes de cocerlo para que su carne quede más tierna.
La manera tradicional consistía en golpear la pieza contra una piedra, aunque hay quien también usa otros utensilios como palos. Sin embargo, una forma más cómoda es introducirlo en el congelador. Así que vamos a comenzar nuestra receta partiendo de la base de que el pulpo ya está congelado, si lo ablandas por otro método entonces ignora el primer paso.
- Sacamos el pulpo un día antes del congelador y lo metemos en la nevera para que se atempere lentamente. Se aconseja utilizar una olla o recipiente para guardarlo, ya que durante este proceso soltará una gran cantidad de agua.
- Cuando esté totalmente descongelado lo sumergimos en agua fría para limpiarlo. Le quitamos los ojos y le vaciamos la cabeza.
- Ponemos en el fuego una olla o cazuela grande con agua. Añadimos un poco de sal.
- Cuando comience a hervir cogemos el pulpo por la cabeza y lo sumergimos tres veces en el agua. Esto es lo que se conoce popularmente como “asustar el pulpo” y se hace para evitar que su piel se desprenda.
- Después de “asustarlo” metemos el pulpo durante media hora aproximadamente en la olla a fuego medio. El tiempo va a depender directamente del peso que tenga, aunque 25-30 minutos es un periodo de cocción adecuado para un ejemplar de dos kilos.
- Pinchamos el pulpo para comprobar si sigue estando duro. Las primeras veces os costará algo más de trabajo, pero con la práctica enseguida le cogeréis el punto y obtendréis un resultado perfecto.
- Una vez cocido, lo dejamos reposar durante unos minutos en el agua caliente y finalmente lo apartamos a una fuente.
- Esta misma agua es perfecta para cocer patatas, que están presentes en una gran cantidad de recetas de pulpo. Con 15 minutos será suficiente. Tendrán un color rosado y sabrán a pulpo, algo que debes tener en cuenta si estás buscando un mayor contraste con los ingredientes.
- Nuestro pulpo cocido ya está listo y solo queda cortarlo con ayuda de unas tijeras de cocina para poder disfrutar de este plato sencillo, sano y delicioso. ¡Buen provecho!
Esta elaboración te va a servir para elaborar recetas como el pulpo a la gallega, simplemente aliñándolo con un poco de pimentón dulce o picante (al gusto) y un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra. Además, el pulpo en Galicia también se come en bocadillos y existen cientos de variaciones distintas: solo, con queso, con cebolla tostada o con tomate crudo.
Secretos de la cocción del pulpo
Como siempre que hacemos una receta sencilla en la que predominan los sabores de los ingredientes, es indispensable cuidar la calidad de la materia prima. El pulpo es un producto de temporada y si lo compramos fresco la mejor época es el invierno. No obstante, se puede disfrutar de este alimento todo el año si lo adquirimos congelado.
El tamaño ideal para cocer un pulpo en casa es de aproximadamente un par de kilos. Puede que a simple vista nos parezca pequeño, pero cunde muchísimo y con este tamaño será mucho más sencillo de cocinar y obtener una textura perfecta.
Uno de los principales inconvenientes que tenemos en nuestro hogar para preparar este plato es la pérdida de sabor del pulpo al cocerse en agua dulce. Por este motivo, es aconsejable añadir sal al agua y utilizar variedades blandas o al menos agua mineral. La pieza debe estar completamente cubierta de líquido, pero no hay que añadir más del que sea estrictamente necesario.
La cocción se realiza en una olla destapada, por lo que puede que sea necesario añadir un poco más de agua durante el proceso. Antes de apagar el fuego es necesario que el pulpo esté en su punto. Para ello cogemos un palillo de dientes y lo pinchamos, si la resistencia es similar a la de una patata cocida hemos acabado.
Si necesitamos volver a calentar el pulpo la mejor manera es utilizar la propia agua de la cocción. Solo hay que sumergirlo hasta que alcance la temperatura adecuada y en ningún caso hervirlo de nuevo. Esta agua pulpeira como se la conoce es perfecta para cocer unas patatas, hervir arroz, pasta o darle un toque marinero a cualquier salsa.
